lunes, 26 de mayo de 2008

Disparates

No se muy bien por qué discutimos. Creo que yo dije que no podría salir con una persona que trabajase en la la reflexología podal. Creo que ella dijo que las gaviotas no pueden pensar en nada porque son gaviotas. La razón no esta clara, nunca lo está. La verdad (maldito nombre) es que en los cuentos de hadas suele haber un primer beso y una primera caricia pudorosamente vestidos y que en los cuentos de los hombres siempre hay una primera duda (terriblemente desnuda) que te susurra en el oído (y te corroe los tímpanos) que la persona de la que creiste enamorarte no existe. Nadie te miente mejor que tu mismo. En ese momento el blanco y el negro se apoderan de tí y solo te vale el color opuesto.


El caso es que todo eso lo pensé después. En ese momento de mi cabeza solo salía, como puedes ser tan hija de puta y pensar otras cosas, siento tan fácil pensar como yo pienso. Por hache o por b cuando abrí su botella y leí “no vuelvas” no dude en responderle “no regreses”. Nada en el mundo se creo más cruel que aquellas eses mías, doblemente implacables por el hecho de ser pares, oscilando la erre como un cuchillo obseso y encrespados los angulos de la ene para no dar pie a reconciliaciones. La o dejó de ser círculo para convertirse en un final y borré apresuradamente la lágrima que emborronaba la g.


Alimentado el orgullo, mi vida se murió de hambre.


Cuando el mar arrastró mi botella, el mar y la botella dejaron de existir, y yo, me senté, incapaz de soportarme de pie y con el único problema de que tampoco me soportaba sentado. No se donde me dejé los colores, pero allí no se quedó ninguno, ni tampoco viento o el volcán, ni los restos de naufragios ni otras mierdas sin importancia que hasta hacía tres minutos se habían empeñado en existir. Ni llorar como un cobarde supe. Sentado e inservible, Trachimbrod se olvidó de los mapas y yo me olvidé de Trachimbrod.

…vivo atrapado en una soledad blanquecina y lechosa que no huele ni sabe a nada, en la que no floto ni me hundo, en la que no hay peligro ni salvación….

Fue lo que escribí en la arena de la playa.

Nunca se lo dije y el viento se ocupó de olvidarlo

14 comentarios:

Benjuí dijo...

(Mira, Joseph: escribes tan, pero tan requetebien, a la manera que a mí me emociona, que me sentiría ridícula diciendo nada.
Sin embargo, algo tengo que decir, que para eso estoy escribiéndote un comentario en esta ventanita de blogger).

Las cosas, con todo, son fáciles cuando dos quieren que lo sean (ya conoces el refrán), y el amor es hormonas y neurotransmisores y química orgánica en general, pero también voluntad de amar, que es algo así como fijarse en lo estupendo y reconocer que todo lo demás no tiene nada de esencial; que no hace falta que el otro o la otra sea un supermegaguay en todo absolutamente, porque si no tampoco se fijaría en una, o uno.

A mí me parece que las broncas entre naúfragos son normales y necesarias; yo buscaría por ahí otra botella y le mandaría un mensaje preguntándole si le ha dejado de doler la garganta (a lo mejor le dolía la garganta, y por eso), o que si se ha fijado en que la nube de la derecha es igualita a un cangrejo con sus pinzas y también va de lado: cualquier cosa que no tenga nada que ver con el motivo de la discusión.

Cualquier cosa que no signifique el final de esta historia, leñe.

Miss.Burton dijo...

JODER, QUÉ BONITO, HIJO, QUÉ BONITOOOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Me ha encantado, se nota que eres del Atleti... Romántico, sincero, y con eses...
La verdad es que al final suele ser mas aburrido lo de estar solo, y la nada esa de la que hablas, me la he masticado yo varias veces, y he optado por volver con el burraco, que por lo menos, cuando no estamos enfadados, se le siente, escucha, y todo eso, que es mejor que nada.
Eso sí, hay discusiones y discusiones.. si tu piensas que no hay vuelta de hoja, chico, será por algo, que aquí no manejamos todas las coordenadas, siempre se nos escapa algo.
Pero el final es triste, y qué quieres que te diga, yo que tu o me lo pensaba, O PILLABA OTRA PARA DISCUTIR, total, será mas divertido, no te sabes todavía las respuestas¡
Un besazo¡

Anónimo dijo...
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Arcángel Mirón dijo...

Ay, náufrago de mi alma, te abrazaría. ¿Por qué tenemos esa costumbre de dar prioridad al orgullo antes que a la vida total?

Anónimo dijo...

creo que en muchos casos, el orgullo bien utilizado sirve para protegernos de las repetitivas torturas que parecen que no están, y un subidón de amor propio -que también hay que tenerlo- aflora combativo en nuestra defensa.
...no vale la pena sufrir, o sí? cuál es la justa medida?
no lo sé, supongo que cuando decimos basta...

salud-saludos

Basquiat dijo...

pues amigo en esa isla suya, no suceden cosas tan distintas de las que me suceden por aqui, que si mensajes, que si gaviotas.
un disparatado abrazo.

Chan ta ta chan dijo...

Con los pies hemos topado!! :)

Es curioso como la inspiración y la vida cotidiana nos encuentra en Fufa donde la divagación es pura lírica.

(Ya sabrá que dos no discuten si uno no quiere)

Además, las pelis de naúfragos, siempre, siempre, siempre y siempre, acaban bien.

Trenzas dijo...

Cierto; entre dos la razón nunca está clara. Hay una línea delgadita que alguien tendría que cruzar y no se hace :(
Pero aquí lo que importa es cómo dices lo que dices, porque no es igual saberlo, sentirlo o haberlo vivido, que contarlo con todas sus letras.
Como sabes que eres mi naúfrago preferido, no te bailo más el agua (aunque lo mereces de sobra) por si en mi entusiasmo provoco ún tsunami y te arraso la isla sin querer.
Estupenda lectura para empezar el día.
Un abrazo muy grande, naúfrago.

Rara Avis dijo...

me ha parecido tan bonito que ni palabras tengo...

Volveré por aquí si tú y tu playa me lo permitís...

Besos

Ana di Zacco dijo...

Llevas tanto tiempo de náufrago que quizá hayas olvidado que el amor en una isla es más o menos lo que en el continente: la pócima de la mismidad, que dice un amigo mío. Pero supongo que en una isla desierta debe ser aún más duro. Animo.

Anónimo dijo...

"Nadie te miente mejor que tú mismo"... me encantó esta frase que resume todo tu texto.

El orgullo y el autoengaño son los mayores enemigos del amor.

El día que alguien secuestre al viento y ordene las palabras que éste se lleva, será capaz de completar todas las historias de amor que el orgullo dejó a medias.

Me encanta cómo dices las cosas... Me encanta hasta lo que no dices.

Un beso.

Bito dijo...

Alimentado el orgullo, mi vida se murió de hambre.

El post es bueno, pero esta frase es brutal.

Es una mierda que nos demos cuenta de que estamos metiendo la pata en el fango y no podamos parar, que nos lo impida el miedo, las dudas y el orgullo, que sepamos que vamos de cabeza al precipio y aún así sigamos hacia adelante.

Es verdaderamente estúpido, y aún sabiéndolo jamás he sabido como detenerlo. Quién tuviera la respuesta a ese misterio.

Un saludo,

irene dijo...

El orgullo en el amor es mal consejero, no utilices más esas eses, vale más que las emborrones, y máxime náufrago, cuando en realidad están diciendo lo contrario de lo que sientes.
De cualquier forma Joseph, lo cuentas muy bonito.
¡Aupa!

Clau dijo...

Sublime, me veras a menudo por aqui.

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