jueves, 20 de mayo de 2010

Fascismo

Queda feo decirlo, pero hoy es uno de esos días en los que Trachimbrod no es una isla, sino que es mi isla, y las cosas existen a imagen y semejanza de mis gónadas, como quiero, cuando quiero, donde quiero.

Son días poco democráticos eso si, en los que los referendums y las opiniones externas se arrinconan. La oposición y la clá se magrean apasionadamente en los más oscuros callejones, las editoriales de los periódicos hablan de la novela española en el siglo diecinueve y en las teles apagadas ponen marchas militares.

Son días cojonudos en los que despeinado y quieto y callado, mientras veo un atardecer que nunca acaba, me tomo una cerveza a punto de nieve y creo firmemente en que soñar sin Ella no es soñar ni es nada. Falta el cigarro, pero es que no me gusta abusar de los momentos felices.

4 comentarios:

Ana di Zacco dijo...

Esos momentos de inefable felicidad (sí, felicidad a pesar de todo) son siempre mejores con un cigarrillo, don Cartaphilus.
Redundante.

María dijo...

Yo siempre he pensado que era tuya y que llegábamos de visita. Si los días son buenos y felices hay que disfrutarlos a tope aunque no se abuse. El tabaco... ya no es lo que era, mejor sin él. Besos

humo dijo...

Qué te voy a decir que no sepas...
Un beso.

Trenzas dijo...

Botella que regresa-más o menos- a la superficie, dijo...
También te eché de menos y me sabía mal no escribirtenada, nada.
:(
Todo va aceptablemente bien en Trenzilandia y veo que tú también decides descansar un poco; seguro que para que todo vaya mejor dentro de nada.
Me ha encantado el post anterior, tan en tu línea, y este fascismo de mirar atardeceres, poseyéndolo todo porque te da la gana. Ya sé que no quieres abusar de la felicidad, pero puedo mandarte un par de cigarrillos para la próxima ocasión.
Vamos, que el calorcito ya está aquí y apetece más escribir bajo alguna sombra acogedora.
Un beso grande, mago.

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