Segunda premisa
Pienso mucho en McGiver, en el barbas de bricomanía y en Tom Sawyer, aunque no necesariamente por ese orden. En ellos y en sus madres, y en sus tías y en toda su parentela, todo sea dicho. Alguien me dijo que yo veía demasiadas películas, que leía demasiados libros. No seré yo quien diga lo contrario. Uno no aprende de Don Quijote o de Gasset y se hace caballero andante o náufrago solitario, se vuelve loco, se alza contra el mundo nefando. Hay cosas que es mejor no saber, ni haber visto. Las guerras y los programas de televisión entre otras cosas.
Yo pensé que la teoría era sencilla, pero encuentra tu cuatro troncos que tengan más o menos el mismo tamaño y que además no estén podridos. Hachas no tenía y para talar cocoteros con una navaja suiza sin ser vasco, hay que tener mucha paciencia. En cualquier caso, y dado que aqui no es que haya demasiadas cosas que hacer, finalmente conseguí mis troncos e incluso logre fabricar una cuerda trenzando fibras de caña de azucar. Y es que con cuerda y maderos ya esta la balsa hecha…
Unos cojones. Mira que los ate fuerte y con cuidado, mira que di patadas para probar su consistencia y mira que embarqué esperanzado en un horizonte infinito y pródigo, pero los troncos tardaron exactamente dos minutos en marcharse cada uno por su pétalo de la rosa de los vientos (cría maderos y te saldrán exploradores) dejándome a mi solito a cien metros de la playa y con una cuerda de caña de azucar en las manos, que para colmo, horas más tarde, comprobé que no servía para ahorcarse. Quizás no fuera buena idea llama Titanic a la balsa, pensé luego. Demasiadas películas, maldije...
11 comentarios:
Lo que más, lo que más me gusta de ti es la complejidad de lo que escribes, bajo la capa de la sencillez.
Un lenguaje tan llano, tan a lo viva la virgen, no se improvisa, ni se dicen tantas cosas en tan poco espacio, ni se cuentan tantas historias en una sola.
El humor, sin embargo, es genético.
Te amo, y lo sabes, pero me gusta decírtelo cuando me impresionas de una manera especial.
Echo de menos una mención a Correcaminos, que, se hallara donde se hallara, siempre tenía a mano todo tipo de enseres marca Acme. Seguro que él le habría proporcionado una cuerda mejor para atar troncos, seguro.
Yo lo más que le puedo enviar es una frase: "los hombres recorremos el mundo buscando lo que llevábamos en el bolsillo". ¿No estará la felicidad en su isla, me pregunto?
A mí me parece dificilísimo hasta armar los muebles de Ikea, y eso que vienen con instrucciones y miles de herramientas y cachivaches.
Con lo de las pelis no te acomplejes, ya sabes, las pelis, son las pelis...
Seguro que nosotros sabemos hacer muchas cosas más. Tú, al menos, escribir.
Un abrazo.
Buenísimo. Me has hecho reir.
Me gusta bastante tu manera de escribir y describir.
Volveré.
Salud
Pero... menos mal que hay wifi!!!
:P
Besotes!
Eso es verdad. Yo antes, a la típica pregunta "¿qué te llevarías a una isla desierta?" siempre respondía lo típico: que si un libro, un arma, un muñeco hinchable, etc. Ultimamente he cambiado la respuesta: me llevaría tan sólo un acceso a internet. Porque ahí está todo lo necesario :)
Qué bueno este Joseph. Especialmente el tema sobre el barbas. Esto de acuerdo contigo un hombre que hace cualquier armario con la misma facilidad y el mismo tiempo que quien afila la mina de un lápiz con un sacapuntas no debe ser real, además, eso sí, de ser de la quinta de Arguiñano, "aquí no se mancha ni aún cocinando el estofado de los estofados o construyendo el barco de los barcos".
Por cierto ¿sabes que todo lo que salía en McGiver era posible? esa era justamente la gracia que tenía. El equipo A fantaseaba, pero en McGiver con maña, practica y las herramientas adecuadas todo, absolutmante todo, era real.
p.d. Ayer hice limpieza de email y descubrí el suyo, le contestaré, le contestaré.
Siento pasar de puntillas por tu comentario... pero es que me has atrapado con el título de tu blog. Pocos, muy pocos, conocen la existencia de Trachimbrod. Menos, tantos menos, saben en dónde está... y casi nadie, desde luego, ha estado allí. Salvo tú, tal vez, y yo... Por eso te agradezco que me hayas recordado tanto, a mí que hasta el último momento dudé si nombrar mi blog con una enseña que seguro bien conoces: "EN CASO DE".
Un abrazo.
Hya que adaptarse, si no puedes talar los cocoteros (menuda forma rara para recoger cocos que tienes ¿porqué no trepas? ¿no es m´s fácil?) descansa y toma sombra bajo ellos.
Un beso
No te desanimes. Si hubiera alg�n plan interesante fuera de la isla, a�n comprender�a tu enfado. Pero tal como est� el patio, �sabes lo tranquilito que est�s ah� Saludos cordiales.
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